El turno

Lo que para cualquier ser humano sería una desventaja, a ella le viene bien. Dormir durante todo el día evita que tenga que relacionarse con la gente. Ésta es una premisa que le ha venido bien durante un tiempo, pero después de cuatro años, parece que le está empezando a pasar factura. No es que le importe mucho, pero la vida se ha convertido en una rutina que cada vez le está costando cada vez más cumplir. No tiene días libres, su jefe piensa que trabajar diez horas y descansar catorce es sufiente para cualquiera. Tan sólo un par de veces a descansado algún día suelto pero ha sido por enfermedad. Pero con las vacaciones es ella la que no sabe que hacer. Nunca se ha cogido ninguna, prefiere trabajarlas y cobrarlas, si se viese obligada a disfrutarlas, realmente no sabría que hacer. No tiene ilusión de viajar a ningún lado, a la familia ni ganas de visitarla y carece de amistades con quien pasar el rato, de manera, que trabajar es la opción menos arriesgada. La sole...