Biografía de un Mitómano #lasonambula Sin un diente
En vista de que a perro flaco solo le acuden las pulgas, y para no romper la tradición, ayer mientras comíamos una de las suculentas costillas a la barbacoa que con tanto amor había preparado, mordí lo que yo ingenuamente pensé que era un hueso de las propias costillas, menos mal que tuve la agudeza de escupirlo y no tragármelo, porque mientras escudriñaba con los dedos en el bocado de comida masticada miré a mi marido para decirle que casi me ahogo, y cuál fue mi sorpresa cuando estallando en una tremenda carcajada me dijo;
-¡Cuñaooooo… !
Y le entendí al instante.
Sí, como habéis adivinado lo que mordí no era un hueso de ternera si no la carilla de uno de mis dientes delanteros.
-¡Qué suerte!, le dije mientras me apresuré a tapar mi sonrisa con una mano, éramos pocos y parió la burra, ahora me toca ir al dentista…
Y como dicen que dentro de los males, más vale escoger el mal menor, por suerte solo tuve que acudir a que volviesen a pegarla en su lugar correspondiente y no tuve que volver a pagar los quinientos euros que vale una nueva. Porque si se hubiese dado el caso de que en vez de escupirla me la hubiese tragado, la alternativa al desembolso hubiese sido cagar en un orinal.
Fragmento de "Biografía de un Mitómano" de @_lasonambula
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