La increíble historia del baúl que no tenía fondo de #lasonambula ¡No es un abejorro!
Cogidos de la mano y antes de ponernos a andar, los dos miramos en todas direcciones. Estamos en un jardín inmenso y precioso, creo que en toda mi vida había visto uno igual. Estamos rodeados de arbustos de flores de todos los colores del arcoiris que no reconozco, y a lo lejos creo que se escucha el agua de un riachuelo.
-¡Vamos por allí! -le digo.
Estoy señalando lo que parece un camino que se forma con filas y filas de árboles que están perfectamente alineados. Ahora me da rabia no haber prestado más atención a mi abuelo, a él le encanta la naturaleza y seguro que ahora reconocería todo lo que estamos viendo.
-¡Cuidado! -me grita mi hermano. ¡Agáchate, un abejorro!
Aunque sé que es muy exagerado le hago caso por si acaso, no sé qué tipo de bichos puede haber en este bosque.
Parecemos dos soldados cuerpo a tierra tapándonos la cabeza con las manos, aunque pienso que si nos quiere picar, lo mejor sería en vez de taparnos intentar espantarlo. Así que con la valentía que siempre tiene una hermana mayor me destapo la cabeza e intento encontrar al abejorro a ver si es tan peligroso como anunciaba el pequeñajo.
-¡Hola! -me dice con una vocecita muy dulce. No soy un abejorro, ji, ji, ji.
Lo tengo justo delante de mi nariz, está tan cerca que casi tengo que poner bizcos los ojos para verlo. Efectivamente no es un insecto y por lo que veo no es un, sino una…
-Mira -le digo a mi hermano dándole unos golpes con la mano pero sin poder quitar la vista de lo que vuela delante de nosotros.
-¡Es un Hada, es un Hada! -grita como loco.
Cuando reacciono a la primera impresión, caigo en la cuenta de que es la primera vez que Antonio se repone antes que yo a algo que nos haya sobresaltado.
Fragmento de "La increíble historia del baúl que no tenía fondo" 🧚🧚🧚
de @_lasonambula
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