La ambulancia






Estar detrás de una barra a ciertas horas te cualifica para ejercer de psicóloga, árbitro, abogada, madre, portero y confesor. Ésta es una cruz que lleva bastante peor de lo que quisiera. Le cansa escuchar noche tras noche las mismas historias inverosímiles contadas por bocas incomprensibles. Le cuesta cada vez más hacer como que escucha, solo las amenazas de despido logran despejar sus oídos y su paciencia. Harina de otro costal es la sonrisa, ésta es una "rara avis" que en contadas ocasiones se puede divisar. Nunca, y cuando digo nunca es nunca, ha aceptado la invitación de ningún cliente, no bebe alcohol, lo que sí acepta y de buen grado, son las propinas, a final de mes, descontando gastos, su ridículo jornal no le da para nada extra, así que las propinas se han convertido en la única fuente de alegrías que se puede permitir. 


Es la tercera vez este mes que viene la ambulancia. Los sanitarios conocen bien el sitio, la conocen a ella y también a la mayoría de los clientes. Esta vez no hay que dar puntos a nadie, no hay sangre, no ha habido pelea, pero a Erika se le ha encogido un poquito el corazón. Podría decirse que le tenía cariño


Era un hombre bajito, menudo como ella, sin relación con la familia como ella, lleno de pena y remordimientos como ella. Quizás por eso le había cogido cariño, porque veía en él su reflejo, porque quien sabe si algún día podría verse igual. Solo, alcoholizado y vagabundo. Quizás la última copa que le sirvió fue la que colmó su hígado, o tal vez su corazón, nunca lo sabrá, lo más probable es que no le hicieran ni autopsia, y con total seguridad, nadie reclamaría su cuerpo, uno menos, que más da....

💜💜💜

Me encantaría que formases parte de mi caos. Me sigues?
Twitter @_lasonambula
Instagram @_lasonambula
                    @greta_y_sus_mundos 
Facebook La Sonámbula
YouTube La Sonambula
Pinterest @la_sonambula
Wattpad @LaSonambula

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tangata Manu (el hombre pájaro)

Mi querido Stoff

No hay perro que me ladre